Jaque a Sánchez: la marginación de Alicante en los Presupuestos ya es un asunto de Estado
La discriminación sufrida por la provincia de Alicante en los Presupuestos Generales del Estado para 2023 elaborados por el Gobierno de España que preside el socialista Pedro Sánchez se ha convertido ya en un asunto de Estado. Así, lo corrobora el apoyo de la sociedad civil y del PP valenciano de Carlos Mazón a las movilizaciones, la creciente inquietud de los socialistas y las manifestaciones del diputado de Compromís en el Congreso de los Diputados Joan Baldoví, que antes de su reunión con el presidente de la Cámara de Comercio de Alicante Carlos Baño ha reconocido que «la indignación de la provincia de Alicante ha llegado a Madrid». Lo que apuntaba a un asunto casi local está cerca de convertirse en un jaque a Sánchez en toda regla. Porque ahora, tiene otro problema grave apara aprobar las cuentas: la Comunidad Valenciana.
El ruido en Madrid será aún mayor. En poco más de 24 horas, está prevista una comparecencia de los presidentes de la Confederación Empresarial valenciana (CEV), Cámara de Comercio de Alicante e Instituto de Estudios Económicos de la Provincia de Alicante (Ineca) en la sede de la CEOE en Madrid para mayor visibilidad estatal al problema. Y el 27 habrá una concentración de las organizaciones empresariales, la sociedad civil y el PP ante la Subdelegación del Gobierno de Alicante.
El problema
El problema, en síntesis, es el siguiente. Los Presupuestos de Pedro Sánchez establecen una inversión por alicantino para el próximo año de 84,5 euros, 198 euros por debajo de la media y la peor de España para una provincia que es la quinta en aportación al Estado de Producto Interior Bruto (PIB) pese a lo cual sólo ocupa la plaza 44 en renta per cápita.
Para empeorar las cosas, estas cifras llegan en unos Presupuestos en los que no se ha respetado el criterio poblacional, sigue sin resolverse la gran cuestión de fondo: la financiación autonómica e infraestructuras clave como el Corredor Mediterráneo, la conexión con el aeropuerto Alicante Elche y otras infraestructuras -Puerto, por ejemplo- no avanzan. Así, las cosas, organizaciones empresariales, sociedad civil y el PP se han hartado. Porque entienden que este problema afectará al crecimiento económico, a las infraestructuras y al empleo.
El origen
El problema estalla en la antesala del fin de semana del 7 al 9 de octubre, que además es el Día de la Comunidad Valenciana, con los Presupuestos de Sánchez recién salidos del horno. En esas fechas, Ineca, el Instituto que preside el alicantino Nacho Amirola, ya entrada la tarde, pone a sus equipos a trabajar. Porque entiende que puede existir una grave discriminación hacia Alicante en inversión por habitante. Entrada la noche, tiene cerrado el informe y sin esperar ni un minuto lanza su primera valoración a medios.
Las cifras de ese informe son demoledoras: la media de inversión por alicantino son esos 84,5 euros. Una voz autorizada de Ineca establece una tremenda comparación: «Un depósito de gasolina por cada alicantino». A ese enfado de Ineca y la Cámara de Comercio se suma la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), que preside en la Comunidad Valenciana Salvador Navarro y en Alicante Joaquín Pérez. Sólo la Cámara de Comercio tiene asociadas más de 144.000 empresas y organizaciones en este territorio.
Reunión de urgencia
El PSOE de Alicante ve el peligro y se reúne con los empresarios el lunes 10 de octubre, con el escándalo ya en la calle y la sociedad civil indignada. No hay acuerdo. La tarde del 11 de octubre, en vísperas de la Fiesta Nacional, los empresarios son convocados a una reunión con la delegada del Gobierno para el jueves 13 en la Subdelegación de Alicante. Interpretan que es una reunión de urgencia por la premura con un día de fiesta de por medio.
El mensaje que les transmite Pilar Bernabé es que las cosas se van arreglar. Les habla -según fuentes empresariales- de inversiones en el tren Alcoy-Xátiva y en el de Gandía a Denia y de depuradoras. Pero CEV, Cámara e Ineca se mantienen firmes. Ni es suficiente ni son inversiones destinadas a Alicante. En las cuentas no hay nada, por ejemplo, de la conexión con el Aeropuerto Alicante-Elche, ni tampoco acerca una batería de inversiones cuya ausencia estrangula el crecimiento de Alicante y, en consecuencia, de toda la Comunidad Valenciana. Y, entre otras cosas, la conexión Alcoy-Játiva no mira hacia Alicante sino hacia Valencia. Es la reunión en que Amirola envía un recado a Sánchez a través de la delegada gubernativa: «Enmiende los Presupuestos».
El PP se suma a las movilizaciones
El mismo día en que la Delegada convoca de urgencia a los empresarios, el 11, unas horas antes de esa convocatoria, el presidente del PP valenciano Carlos Mazón va a Eche, la tercera ciudad de a Comunidad Valenciana. Mazón ya había calificado los Presupuestos de Sánchez de «humillación» para la provincia de Alicante. Pero esta vez, ante representantes de medio centenar de asociaciones y organizaciones ilicitanas, que tampoco están satisfechas con las inversiones del Gobierno en la ciudad, da un paso más. Y anuncia que los populares se suman a la reivindicación empresarial, que tras lo visto en Elche ya es también de la sociedad civil. Y según algunas fuentes, es este hecho el que desata las prisas en el PSOE.
Las alarmas se encienden en la izquierda, pero el presidente de la Generalitat Valenciana el también socialista Ximo Puig no reacciona, más pendiente de que los Presupuestos de Sánchez salgan o no adelante en el Congreso, porque de no salir pueden abocar a la autonomía a un adelanto electoral.
Las últimas reuniones
Compromís sí percibe el peligro a 7 meses de las elecciones y decide distanciarse de los socialistas en este asunto. A Baldoví, le «consta» que «la indignación ha llegado» a Madrid porque «he hablado con varios diputados alicantinos que, por primera vez, ven que esto se tiene que arreglar de una vez». Y decide, también, reunirse con la Cámara de Comercio, lo que internamente también le viene bien porque desde Compromís se visualiza ya su liderazgo.
Pero su reunión se produce a renglón seguido de otra de la Cámara con los diputados y senadores del PP alicantino. Que salen de la suya conociendo ya que el próximo día 27 habrá una concentración ante la Subdelegación del Gobierno. Precisamente, lo que no querían los socialistas. Porque ahora Sánchez está obligado a negociar también las cuentas con Alicante. Y es ahí donde está el punto de partida: financiación, presupuestos e infraestructuras. Todo, estará sobre la mesa. Migajas, no.